He tratado de hacer una réplica a escala 1/12 de una Farmacia de los años 1.960-1.970. Es decir una farmacia contemporánea según las clasificaciones que he consultado.
Si un experto en la materia viera esta Farmacia inmediatamente observaría que la rebotica está desubicada porque que según el Diccionario de la Real Academia Española es “trastienda o cuarto trasero de una botica o farmacia” y profundizando más podemos encontrar esta otra definición: “rebotica s. f. Pieza o habitación que está detrás de la principal en una botica o farmacia: el farmacéutico hace las fórmulas magistrales en la rebotica.”
Quiero llegar a que el laboratorio que he montado está en primera línea y no debería ser así. De no haber optado por esta solución no se vería y habría que adivinarlo.
Dicho esto paso a describir concisamente mi Farmacia Óptica:
En primer término (izquierda de la imagen) he situado a un lado la óptica y en el lado opuesto (derecha) el laboratorio.
La óptica es muy realista. Es una obra maestra de Cristina Noriega por su rigurosidad e impecable realización: la caja de lentes, la pantalla de optotipos, el oftalmómetro, las banquetas regulables, la caja registradora con su mueble correspondiente constituyen un pequeño tesoro del mundo de la miniatura (digo pequeño por su tamaño porque la calidad es extraordinaria). No en vano Cristina tiene obras suyas en diversos museos y goza de un enorme prestigio en este campo tanto a nivel nacional como internacional.
El globo terráqueo es obra de Brooke Tucker.
El laboratorio está muy conseguido por la variedad de piezas que tiene. Todas se ajustan la realidad. Los libros han sido seleccionados en función de la temática (formularios, vademécum, plantas medicinales) y los hizo de Montserrat Folch, al igual que los cuadros que aparecen en la pared. Val Harper hizo uno de los muebles del laboratorio lleno de tubos y probetas de una categoría irrefutable.
Todo el utillaje que hay en la Farmacia es obra de Nancy Quimby (Nantasy Fantasy) experta en esta temática.
La farmacia en si tiene tres mostradores y detrás vemos estanterías con albarelos escogidos uno a uno, muchos de ellos hechos por Cristina.
He colocado expositores de diversos tipos tal como se ven en las farmacias españolas. Así mismo hay tres cajas registradoras, una por mostrador y sinfín de pequeños detalles.
Son destacables los pesabebés, el extintor de fuego, el peso, los microscopios, la bomba de calor… y por supuesto la Copa de Higía uno de los símbolos más conocidos de la profesión farmacéutica que fue un regalo de Cristina Noriega hecha por ella misma. Hablamos de la serpiente enroscada en la copa.
Un “confidence” en cuero rojo está situado en el centro de la farmacia. Otras denominaciones para este sofá o sillas unidas entre sí en forma de serpentina y que tiene origen victoriano son: “confidente“, “tête-à-têtê, “vis-à-vis” o “tú y yo”.
Este tipo de asiento permitía a las señoras expandir sus vestidos con relativa facilidad si tenemos en cuenta el volumen desmesurado que estos llegaron a alcanzar durante el siglo XIX , que imposibilitaba que dos damas se pudieran sentar juntas en un mismo sofá por falta material de espacio, y que, de otro lado, facilitaba el coqueteo mejor o peor disimulado con el varón aunque de una manera respetable y sin ser objeto de crítica ya que el respaldo separaba los cuerpos de la pareja. Salvador Dalí y Edward Wormley diseñaron versiones actualizadas de este vistoso sofá.
Ciertamente el ambiente está muy concurrido. La mejor muñeca, a mi juicio, es la que está vestida de negro obra de Carmen Ruíz que tuvo una participación muy activa en esta Farmacia porque no sólo hizo muchos personajes sino que vistió magistralmente otros que yo ya tenía previamente. La muñeca que aparece sentada y con un pie descalzo (como si tuviese un esguince, por ejemplo, y hubiese acudido a la farmacia para comprar un remedio para su mal) es de la artesana norteamericana Alice Zinn.
La “guinda del pastel” la pusieron los dos autómatas de Margarita Núñez: uno está pesando un medicamento y al fondo otro androide, es este caso otra, que es la dependienta que aparece cobrando. El dinero es una reproducción a escala de billetes reales en curso.
Nota importante:
He realizado cambios en la Farmacia: en la óptica he colocado una soberbia muñeca de Carmen Ruíz y he redistribuido los muebles del laboratorio para poder incluir un magnífico escritorio y el sillón compañero. Las imágenes de las modificaciones las he añadido a las que ya había previamente. Recomiendo al lector que se fije en estas innovaciones y en la visión global de conjunto porque el ambiente ha variado ostensiblemente. Las nuevas fotos han sido hechas por Rosalía Mª Sierra Polo y Jesús García Granados con carácter de provisionalidad. Las definitivas han sido realizadas por mi amigo y compañero Teo Pérez Guerra.